Todo acerca de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo
Todo acerca de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo
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O ¿llora por tantos hijos a quienes el error y el pecado han triste la vida de la Gracejo y ofenden gravemente a Alá? O ¿ son las lágrimas de aplazamiento por el retorno de los hijos suyos, un día fieles y ahora arrastrados por falsos encantos entre los enemigos de Jehová?
«Les toparé cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas.»
Por supuesto que al rezar un Padre nuestro u ofrecer la comunión ayuda ¡y mucho! a las ánimas del purgatorio; puede también decir jaculatorias por ellas, rezar el rosario y el viacrucis.
Como se puso de pie a los pies de la cruz, traspasada por la espada del dolor, mirando los ojos de su hijo.
«Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas.»
Purísima y atribulada Inmaculado María: yo os acompaño igualmente con piadosa y compasiva solicitud en vuestra penosa huida a Egipto, y os pido humildemente me permitáis seguiros por el santo camino de las contrariedades y tribulaciones de esta vida, para ser conducido por este trabajoso destierro al salvador orfelinato de la virtud.
Si se vuelve a mí con un sincero propósito de remedio, estoy preparada para recibirle con mi Agudeza, porque YO no tomo en cuenta el núsolo de pecados que ha cometido, sino que me fijo con la disposición que vienen cerca de mi; yo no obstante no siento aversión por curar sus heridas, porque yo soy citación y soy la Origen de la Misericordia»
«Les defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y les protegeré en todos los instantes de la vida»
Las lágrimas de la Virginal pertenecen al orden de los signos: testimonian la presencia de la Madre en la Iglesia y en el mundo. Una raíz llora cuando ve a sus hijos amenazados por algún mal, espiritual o físico.
4. «Les acertaré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas.»
Esta capilla es la cueva donde San Francisco muchas veces lloró al contemplarse tan pecador ante la santidad de Jehová.
Inexplorado María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al aoraciones ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste Bancal el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te repararíCampeón caducar de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.
(María no dejó a su Hijo en el momento del dolor y aunque la escena no es referida en los evangelios no hay duda de que ella estuvo a su flanco camino del Calvario, sin embargo que estuvo al pie de la cruz).